lunes, 2 de julio de 2012
Un hueso para el perro
Debiera decir algo, pero la democracia no es cosa de uno, es de todos. Hablamos de democracia en serio, no de una democracia seriamente ultrajada. La razón ha quedado de lado para que impere la estulticia. La razón no es asunto de decibelios. La razón se ha raducido a una pequeña flama que debemos mantener encendida. Me da tristeza pero mas siento vergüenza. Yahualica convertida en la burla ajena y propia representada por esos seres enterrados en vida. Condenados por lengones al fuego eterno. Que pena.
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