martes, 26 de junio de 2012

TAC

Resulta que una simple tomografía axial computarizada puede salvar alguna vida. La mía, la tuya, la de tu vecina, la de José Luis o la de Tacho. Pero no, la historia local se ha ido por otro lado y Yahualica en lo que resta de un tiempo fácilmente computable con las pesuñas de cualquier ungulado no podrá de gozar de los beneficios de una máquina tan mágica y maravillosa, capaz de realizar el prodigio de presentar al médico, cortes transversales del cuerpo con la precisión del mejor tablajero que haya ejercido por estos exánimes contornos.

 No se espante, la cosa es más sencilla de lo que parece. Una tomografía axial computarizada, tan puesta de moda por la televisión actual no es más que una  máquina que, independientemente de su complejidad o sea de lo trabajoso para entender cómo funciona, haga de cuenta que presenta radiografías de cortes del cuerpo tan finas como si las hicieran a una distancia de un milímetro de ser necesario. Es tan útil para un médico que puede señalar con gran puntería, el lugar donde algo anda mal, un cuajarón de sangre en los pulmones o el corazón, una piedra en la vesícula o los riñones, o lo que sea también en la cabeza.

Cómo le pudiera suceder a cualquiera, se enferma un familiar y lo llevan a urgencias del hospital regional. El diagnóstico o sea lo que tiene el enfermo a veces no es muy claro para el doctor y es cuando se necesita de trasladar al paciente a Tepa porque aquí en Yahualica no hay de esas máquinas. Deje usted de lo que cuesta el famoso examen. Deje usted del tiempo que va a perder porque tiene que acompañar a su familiar, deje usted del gasto de recursos que tendrá que recuperar: ambulancia, chofer, enfermera acompañante, combustible, tiempo…

Un par de veces van que me toca vivir esa experiencia y no me incluyo, mi tiempo no vale ni mi trasneada ni nada  de lo que me perjudique en mis cosas o mi persona. Solamente me detengo a pensar un poquito en lo que siente el enfermo, en este caso mi tía de 86 años, con un síntoma extraño que se manifestaba con hiperactividad delirante, ella tan recatada, devota, pudorosa expresándose en un lenguaje incoherente, desesperantemente incomprensible, insistente y repetido, actuando como posesa, tratando de arrancarse la ropa, teniendo que aguantarse el viaje de ida y vuelta en ambulancia, hecha del uno y del dos y sin posibilidades de asearla, el largo tiempo de espera en el laboratorio y de pilón los baches del camino, como castigo adicional.

Sepa, a quien haya vivido algo parecido, ¿cuanto más tendría que aumentarle? porque creo que me fue bien después de todo. Yo no era el enfermo. Lo que sí puedo asegurar es que si Yahualica contara con una máquina de esas, se podría evitar mucho dolor innecesario.

Solamente que el destino nos ha puesto en este camino a un par de políticos cuya mente funciona de una manera retorcidamente inhumana. Decidieron que era más provechoso pavimentar lo pavimentado en tiempo electoral que adquirir para el hospital el aparato milagroso. Y hablar de pavimentos en tiempo electoral y más aun en el año de Hidalgo, mueve a la gente a pensar mal. Pensar mal porque se ponen a pavimentar calles ya pavimentadas y que dentro de lo fregado que pudieran estar esos pisos no estén tan mal. Pero tuvieron que escoger calles céntricas, muy extremadamente visibles. La gran jalada de aislar prácticamente al hospital no es otra cosa que la manifestación de la culpa. Como el asesino que cierra los párpados de su víctima en un postrero signo de expiación.

De pronto todo parece tan claro; la prisa, la falta de consenso y un dato interesante: a diferencia del mecanismo usual de repartir los costos entre los vecinos y el gobierno esta vez la casa paga. Piense mal y acertará; las infladas cuentas no dejarán lugar a dudas de la intención verdadera, entre mas gasten más les toca. Pero no crea que ese dinerito extra lo habrán de aprovechar para sanear las finanzas del H. Ayuntamiento, no pueden. Pero lo que sí es posible es que esa lanita se vaya a sus bolsillos y o que esté financiando la campaña de su candidato. ¿No le parece estimado lector un poco desconcertante el derroche de recursos propios y ajenos utilizados para dorar la píldora. O séase, para que la campaña política resulte más llamativa?

Asiduo lector: a mí no me lo crea, pero piénsele un ratito y encuentre una mejor explicación. Lo que escribo es lo que se deja ver por encimita. Pero tanto brinco estando el suelo tan parejo da que dudar: Asesores fuereños, síndico ausente, presidente invisible, candidato milagrero, el tránsito de Venus…

Por Siriako de Aki

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