por Lic. Gregorio Alejandro Macías González.
Hoy
en día, todavía escucho gente que se queja de los más de 70 años de gobierno
Priísta. Considero sin poder asegurarlo, por no ser testigo de ello, que como
en cualquier otro tema, al haber sido el PRI un monopolio de gobierno sin la
competencia de la alternancia gubernamental, y al ser el ser humano con sus
defectos, el encargado de dichas administraciones, algunos funcionarios y
políticos se viciaron. Hubo, pero todavía existen vicios tales como la
corrupción, el cacicazgo, el abuso de autoridad, la discriminación, entre
otros.
Recuerdo
que en mi pueblo hace no mucho tiempo, había personas que al percibir un
gobierno enfermo, exigían un cambio. Se logró por fin la alternancia. Hoy
algunas de esas personas, siguen aclamando el cambio; otros, se han enfermado
por esos vicios del poder que aún con la alternancia en el gobierno no se han
logrado erradicar, sino que al contrario, en algunas administraciones como las
actuales, vemos que crecen preocupantemente.
Gracias
a la educación heredada por mis padres, siempre me han movido en la vida los
valores humanos, muchas veces antónimos estos de los actuales políticos.
Siempre me han movido las verdaderas necesidades del ser humano, las carencias;
por que las he vivido.
Me
duele ver a diario a personas de la tercera edad que utilizan un carro de
paletas o una carretilla de bastón y al mismo tiempo de sustento económico.
Pero me duele más escuchar en
esas personas la preocupación a causa del engaño. Que si no votan por un
partido político no recibirán las ayudas que el gobierno, sin distinción de
colores está obligado a otorgarles. ¿En la conciencia de quien, cabe jugar con
la tranquilidad emocional de nuestros adultos mayores? ¿En que se han
convertido?
Hoy
esos valores que guían mi actuar, y ese dolor ajeno, me impulsan a poner todas
mis ganas y capacidades para contribuir al auxilio de los más necesitados. Para
concientizar a esas personas que
utilizan el poder más para sí mismos, que para realizar su verdadera labor de servirle
a nuestra gente.
En
este proceso electoral, existen cuatro candidatos para presidir el servicio a nuestro
pueblo.
Creía que en uno de ellos, hoy
adversario político mas no enemigo, existían esos valores humanos. Creía que
existía en él, el respeto al prójimo y la vocación de servicio. Tanto así, que
en algún momento me sentí orgulloso de tener a una persona de mi pueblo
representándonos en el estado y en la federación. Creía que no era un político
más. Creía que en él existía la capacidad del verdadero actuar y no la audacia
de la simulación y el engaño.
En este proceso de promoción
electoral me han demostrado que lo que creía es un error. Me doy cuenta de las
palabrerías de descalificación, de agresión, de difamación y de discriminación;
más no he escuchado la propuesta congruente y sustentable que le debió de haber
dado tanto tiempo en la función pública.
Me da tristeza, ver que quien
antes acusaba al partido en el poder de utilizar tácticas sucias para
mantenerse en él, hoy las utilice en su política.
Me da tristeza que se utilicen
capacidades para dar marcha a la guerra sucia, y no para lograr la unidad y el progreso de nuestra
gente.
Hoy
que pretendo ser parte del grupo de servidores públicos municipales, pregono en
mi partido y en mi equipo de trabajo, el no difamar a persona alguna, no
señalar sus errores humanos a pesar de que tenemos muchos. Pero si motivo a que
se dé a conocer el desempeño que han tenido en el servicio público; y que así, sean los yahualicences quienes digan si han
sabido o no, ser servidores del pueblo. Como pretender continuar administrando
bienes, cuando no nos han presentando resultados.
Si
nos hubieran cumplido en su deber, bastaría con señalar las obras y beneficios reales
traídos a nuestra gente, y así ellos fueran quienes les refrendaran su voto,
sin necesidad de andar haciendo tanto ruido. Hoy la gente es consciente, podrán
comprar una presencia, más no una voluntad en el voto.
No
me considero ni quiero ser un “Político” como
lo concebimos actualmente, que solo se dedique a la oratoria, al saludo
de compromiso, al abrazo hipócrita y a las promesas en campaña. Soy un joven
que quiere atender al verdadero significado de la política, que no es otra cosa
que buscar soluciones para las necesidades de mi pueblo y de su gente, para en
su momento ponerlas en práctica. Esto por la simple razón de que aquí nací,
aquí vivo, aquí me casé, aquí quiero formar una familia y quiero seguir
viviendo en un mejor Yahualica.
Por
eso exhorto a los candidatos y a sus equipos de trabajo, a que en esta última
etapa de campaña, rectifiquemos y hagamos una campaña limpia. A que busquemos y
nos apropiemos de las verdaderas necesidades de nuestra gente; que nos deje
este proceso electoral en posibilidades de encontrar juntos las mejores
soluciones, y que no nos impida una vez estando en el Ayuntamiento el ponernos
de acuerdo como pasa ahora.
Quiero
ver a un Yahualica unido trabajando todos juntos, sociedad y gobierno por
nosotros mismos. Que sea el hecho de que
todos vivimos aquí y que compartimos una vida en sociedad, lo que nos permita
fraternizar nuestra relación y trabajar por nuestro propio pueblo y nuestra
propia gente.
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