La máxima de lo que debe ser el
voto ciudadano, vinculado a la convicción propia, palabras violadas, transgredidas,
por aquellos que intimidan o compran voluntades. Quienes amenazan con quitar
apoyos, quienes afilian a sus obreros a un partido político con consignas de
despido sino se alinean a sus intereses. Aquellos que nos obsequian objetos o
nos hacen favores a cambio de prostituir nuestros ideales.
Libre y secreto debe ser el voto,
pero las encuestas y sondeos hacen caso omiso de esta norma electoral, incluso algunos
encuestadores te tratan de convencer por quién votar, o atacan tus ideas sino estas
a su margen de opciones validas.
Entonces ¿Cuál libre y secreto?,
si la voluntad y opinión se compra o trasgrede, los partidos y sus candidatos
parecen ser más producto mercantil o rutina de cirqueros, que exposición de
propuestas o proyectos. Los ciudadanos ya se dejaron absorber por esta mecánica,
pues esperan con entusiasmo los regalos de los partidos políticos, las gorras,
las playeras, y más cosas.
Hay políticos que ofenden a la
inteligencia, o tal vez como crítica social, será que tenemos tan poca
capacidad de razonamiento, que nosotros hemos ayudado a que la política se
convierta en el circo que es, nos tratan como verdaderos idiotas, y algunas
mentes logran ser tan susceptibles que fácilmente se dejan convencer.
Hay quienes practican el
partidismo como dogma, y hacen que los miembros de sus familias sigan a un
partido, sin analizar si realmente es la mejor opción. Desde nunca el voto ha
sido secreto, mucho menos ha podido ser libre en esa fantasía política que
algunos llaman democracia.
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